EXTRAYENDO EL ORO DE LAS
BUENAS INTENCIONES
Por: Ana Isabel Carmona
Curso: Destrezas Gerenciales-UCI/MAP
Hay un dicho popular que reza “el camino al
infierno está lleno de buenas intenciones”, y es que no siempre lo que hacemos
termina dando el resultado esperado, o muchas veces por temor ni siquiera lo
intentamos. Esto no es tan difícil de
comprender cuando se trata de aplicarlo al plano personal, porque de alguna u
otra forma el afectado es uno; pero cuando tratamos de hacerlo en el plano
profesional, no siempre resulta fácil “extraer el oro de las buenas
intenciones”.
Cuando estamos en una posición de liderazgo es
más difícil confiar, porque no conocemos las intenciones del otro, si son
buenas o malas, tampoco sabemos si la persona está segura de ellas. Hoy día nadie invierte tiempo en el análisis
de sus acciones, consecuencias y resultados; sino que se toman decisiones,
muchas veces sin asumir la responsabilidad de sus errores.
Si bien es cierto que somos seres humanos y como
tales no somos perfectos, estamos propensos al error; aunque hagamos todo lo
posible por no equivocarnos en algún momento sucederá. Pensar que si a nosotros nos puede suceder
¿por qué no a los demás?
“Extraer
el oro de las buenas intenciones” es una expresión que tiene que ver con
confianza y fe en las personas, poder sacar lo bueno de la gente, o como dice
Chespirito, “ver las cosas por el lado
amable”. Maxwell, en su libro “25
maneras de ganarse a la gente”, habla sobre el tema y ofrece 3 consejos para obtener
lo mejor de las personas:
1. Mirar las cosas desde la perspectiva de las
personas (ponerse en el lugar de los otros)
2. Conceder a las personas el beneficio de la duda
(evitar el juicio anticipado)
3. Recuerde lo bueno de ellos y no lo malo
Otorgarle a alguien el beneficio de la duda,
puede acarrear consecuencias que afecten a la empresa para la cual trabajamos,
o que tal vez se ponga en riesgo el éxito de un proyecto a nuestro cargo, en todo caso la decisión va más allá del
perdón. Decidir se torna más difícil si te pones a pensar qué pasaría si de ti
se tratara, lo que es lo mismo, “ponerse en los zapatos del otro”.
Cuando somos niños de cierta forma somos un poco
torpes, es natural estamos en la fase de aprendizaje. Entonces, ¿por qué si un niño derrama un vaso
con agua es reprendido y castigado, y cuando se trata de un adulto el error no da para tanto? ¿Es que acaso el niño si tuvo la intención de
tirar el vaso y el adulto no? Al final,
es muy probable que ninguno de los dos tuviera la intención de hacerlo, sin
embargo sucedió.
Volviendo al beneficio de la duda, este requiere
de confianza, la cual se ha visto disminuida hoy día por la pérdida de
valores. Creer en las personas ya no es
tan fácil, y es que los seres humanos tenemos hábitos conductuales no muy
saludables, y es posible que justificando o perdonando ciertas acciones sintamos
que nos quieren ver la cara de tontos o de inocentes. No es sano desconfiar de todo pero tampoco
creer en todo, como líderes debemos tener la capacidad
suficiente para reconocer lo uno de lo otro.
Es
importante que analicemos cada conducta dependiendo de quién viene, tratando de
descubrir las razones que los motivan o los mueven a actuar de la forma que lo
hacen. No todos le damos el mismo valor
a las cosas. Un poco de instrucción vendría bien, parte de nuestra función en
una posición de liderazgo es el desarrollo de otros, y reconocer las
capacidades y habilidades de nuestros colaboradores para poder ubicarlos en los
puestos donde se pueda obtener lo mejor de ellos. Esto es mejor, antes de despedirlos sin
siquiera haberles dado el beneficio de la duda.
Siguiendo
el tercer consejo de Maxwell que tiene que ver con recordar lo bueno de las
personas y no lo malo. Pondré el ejemplo
del funcionario que siempre ha hecho un buen trabajo, es reconocido por ser un
buen funcionario; pero resulta que un día toma una mala decisión y comete un
error, intentando hacer algo bueno resulta lo contrario. De pronto ese buen funcionario deja de serlo
a los ojos de su superior y es juzgado por ese único hecho, olvidando los
aciertos y el buen desempeño obtenido hasta ese momento. Este tipo de situaciones tienen que ser
evitadas por un líder, ya que ser líder es más que asumir la posición del
“jefe” convencional.
Concluyendo, es importante que como líderes aprendamos como extraer
el oro de las buenas intenciones de nuestros colaboradores y poder aplicar una
de las competencias que todo buen líder debe tener y es el fortalecimiento y
desarrollo de capacidades de quienes forman parte de nuestro equipo de
trabajo. Andrade en artículo publicado sobre
el tema en su sitio web, ofrece cinco cosas prácticas y rápidas para extraer el
oro de las intenciones fallidas de nuestra gente:
1. Descubre
el valor detrás de la conducta. Por lo general las metas, trabajo
desafíos, etc. Son "pretextos" para vivir un " valor". Los
valores mueven nuestra conducta o las paralizan. ¿Que valora esta persona que
actuó de esta manera? Podríamos hacer
las siguientes preguntas a nuestro miembro de equipo que cometió un error: ¿Cómo
te hubieses sentido si hubiera salido correcta tu decisión?
Las respuestas a estas preguntas nos aproximarían a conocer sus valores y encauzarlos en la forma correcta para que decidan bien!
Las respuestas a estas preguntas nos aproximarían a conocer sus valores y encauzarlos en la forma correcta para que decidan bien!
2. Escribe
en un papel los valores que descubras de él y haz que él también lo haga.
3. Entrégale
una tarea para hacer en donde busque en su trabajo dentro del equipo que podría
hacer, pero que lo haría feliz viviendo sus valores.
4. Verifica
que su valor esté presente en su puesto de trabajo, si no es así cámbialo a
otro puesto o dale nuevas tareas en donde su valor esté vivo.
5. Mide
por etapas o estaciones (cada mes, cada tres meses, cada seis meses, etc.)
cuando y como se cae su valor o se incrementa para delegarle más tareas o menos
para que mejore su aporte al equipo. Esto también te ayudará a saber cómo
ayudarlo cuando este bajo y darle impulso o momentum cuando esté en alta[1].
Empecemos
a aplicarlas, y obtengamos lo mejor de nuestro equipo de colaboradores!
[1] Publicado por Super User, disponible
en: http://marcosandrade.org/web2012/index.php/articulos/item/49-extraiga-el-oro